Ayer fui a Granada para visitar a mi hija. Por la tarde salimos a dar un paseo y, en la Acera del Darro, nos encontramos con este cartel que ahora comparto con ustedes.
Ayer fui a Granada para visitar a mi hija. Por la tarde salimos a dar un paseo y, en la Acera del Darro, nos encontramos con este cartel que ahora comparto con ustedes.
Existe el mito de que los peces tienen una memoria que dura 3 segundos. Si esto fuera así, podríamos afirmar que son incapaces de aprender y que todas sus actividades las hacen por instinto.
Investigaciones recientes, realizadas en la Universidad Charles Sturt, (Australia), indican que los peces tienen una memoria y una capacidad de aprendizaje mucho mayor de lo que se creía.
Son capaces de recordar a un depredador durante meses, aunque solo hayan tenido un único encuentro con él. Reconocen su entorno a la perfección y lo usan para esconderse de los depredadores o para emboscar a las presas. Si los buceadores les alimentan con fines turísticos, acuden a estos lugares regularmente y le pierden el temor a los humanos.
Kevin Warburton, portavoz de estos experimentos, asegura que un pez que ha mordido un anzuelo, es muy difícil que lo haga por segunda vez, llegando a afirmar que: "Puede cometerse el error de creer que cuando no hay pesca en una zona determinada es porque se han agotado los recursos, cuando en realidad, lo que puede estar sucediendo es que los peces sí están allí, pero no caen en la trampa"
Por otra parte tienen un proceso muy sofisticado en la toma de decisiones llegando a preferir la compañía de peces que le resultan familiares, ya que pueden predecir con facilidad su comportamiento.
Nadie sabe con exactitud como nació el mito de la poca memoria de los peces, aunque parece que tiene su origen en un anuncio publicitario. Lo realmente curioso es con la facilidad y la rapidez que se ha difundido esta creencia sin ninguna base científica.
Fuentes: BBC Mundo, Telecinco y Portalmundos.
El nombre del Mar Mediterráneo es tan expresivo que nos describe su principal característica: "Estar rodeado de tierra".
La etimología de este mar procede del latín Mar Medi Terraneum, cuyo significado es "mar en el medio de las tierras". En idioma griego se llama Mesogeios Thalassa, con el mismo significado que el nombre latino y en árabe se llama Al-Bahr al-Mutawāsit ("mar intermedio")
Esta característica ha hecho que el Mediterráneo sea el Mar que ha sufrido los cambios más drásticos de cuantos mares existen, llegando incluso a desecarse dando lugar a un inmenso valle.
Hace unos 6 millones de años, el levantamiento tectónico del Estrecho de Gibraltar aisló al Mediterráneo del Atlántico.
Debido a que la evaporación del Mediterráneo es superior al aporte de agua que producen los ríos que en él desembocan, el Mediterráneo entró en un proceso de desecación que hizo que su nivel bajara más de mil metros, quedando en su fondo unos cuantos lagos hipersalinos.
Posteriormente, hace aproximadamente unos 5,5 millones de años, se creó una vía de agua, posiblemente debida a un hundimiento tectónico y a la presión ejercida por el Atlántico, dando lugar a un rápido que llegó a tener un caudal 1000 veces mayor que el actual río Amazonas. El nivel de las aguas subió a un ritmo de 10 metros diarios y se lleno en un plazo de unos dos años.
Recreación elaborada por Roger Pibernat
Por aquél entonces, el hombre, (con la apariencia actual), no existía para poder contemplar este espectáculo. Lo más parecido a nosotros eran unos prehomínidos que acababan de separarse de los primates, quienes posiblemente no comprendieron la importancia de un suceso que cambió la faz de la tierra.
Si se analiza una obra de arte con "ojo clínico" y no con "ojo crítico", los resultados pueden ser sorprendentes.
Eso es lo que ha hecho el profesor de Anatomía Patológica de la Universidad de Palermo Vito Franco quien, tras analizar más de un centenar de obras clásicas, ha descubierto las enfermedades que padecían los personajes que en ellas figuran.
Aquí llevas un ejemplo con varias de las pinturas analizadas:
"La Gioconda" Leonardo da Vinci.
La «Mona Lisa» esconde bajo su enigmática sonrisa un colesterol muy elevado y un tumor benigno (formado por tejido adiposo) bajo su ojo izquierdo.
Miguel Ángel en "La Escuela de Atenas" Rafael.
Miguel Ángel, que aparece pintado por Rafael en “La escuela de Atenas”, padecía de cálculos renales. Para llegar a esta conclusión se basa en el estado de sus piernas con las rodillas hinchadas y nudosas.
La Infanta Margarita en "Las Meninas" Velázquez.
La infanta Margarita que figura en "Las Meninas" de Diego Velázquez padecía el síndrome de Albright, enfermedad genética que "produce una pubertad precoz, corta estatura, enfermedades óseas y problemas hormonales".
“Retrato de joven” de Boticelli.
El “Retrato de joven” de Boticelli, nos muestra a un muchacho que padece el síndrome de Marfan, enfermedad genética que se caracteriza por un alargamiento de la longitud de los miembros, claramente visible en los dedos de las manos.
"Madonna del Parto" de Piero della Francesca.
Y Por último la "Madonna del Parto", de Piero della Francesca, tiene síntomas de bocio, enfermedad frecuente en personas que bebían agua de pozo y acusaban falta de yodo.
El doctor Vito Franco comenta que " La gente retratada en el arte revela su estado físico [...] al margen de que el artista se diera cuenta de ello".
Supongo que en estas pesquisas, el doctor Franco, habrá tenido en cuenta el estilo del artista y las modas de la época.
“El Baño” Fernando Botero
Por ejemplo sería curioso conocer la opinión del citado doctor ante una obra del genial Botero. Podría aclararnos si la obesidad la padecen las modelos de sus obras, o si por el contrario el colesterol es innato del estilo del autor.
Fuentes: Cope, Que nada nos una, ABC.
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Epifanía de Navasa (pintura mural del siglo XII de autor desconocido)
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".
Mateo 2, 1-2
La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.
Mateo 2, 9-11
La tradición nos dice que los "Reyes Magos" eran tres y se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar. Pero no siempre ha sido así.
La primera controversia que surge es con su número. En Armenia creen que fueron doce, sin embargo como los regalos fueron tres, arraigó muy pronto la creencia de que los magos también fueron tres.
Con sus nombres tampoco nos ponemos de acuerdo siendo Apellicon, Amerim y Serakin para los griegos; Kagpha, Badalilma y Badadakharida en Siria; Ator, Sater y Paratoras en Etiopa, etc.
No fue hasta el siglo III que el teólogo Quinto Tertuliano (160-220), los consideró reyes, ya que los practicantes de la magia tenían por aquel entonces muy mala reputación, y hasta el siglo XVI no se le atribuye a Baltasar su condición de ser de raza negra.
La estrella que los precedía merece un capítulo aparte ya que existen infinidad de hipótesis, desde las más ortodoxas a las más disparatadas.
La tradición actual posiblemente tenga su origen en el monje benedictino y doctor de la Iglesia, Beda el Venerable, (672-735) que nos dice: "El primero de los magos fue Melchor, un anciano de larga cabellera blanca y larga barba, fue él quien ofreció el oro, símbolo de la realeza. El segundo, llamado Gaspar, joven de tez blanca y rosada, honró a Jesús ofreciéndole el incienso, símbolo de la divinidad. El tercero llamado Baltasar, de tez morena, (todavía no era negro) le ofreció mirra, que significaba que el Hijo del hombre debía morir."
Sea como fuera, sus poderes debían de ser tremendos, ya que estos Magos realizan cada año el truco de magia más grande de la historia de la humanidad… tal día como hoy, hacen aparecer ante nosotros unos regalos que proceden del amor de quienes nos rodean.
Fuentes: Wikipedia, El Siglo de Torreón, Diario de Cuyo.
Hay dos maneras de vivir la vida. Una es pensar que nada es un milagro. La otra es pensar que todo es un milagro.
-Albert Einstein-
¡Parece mentira como pasa el tiempo! Hoy hace un año que este blog está en línea.
El año pasado por estas fechas hice la primera entrada. Desde entonces he publicado 287 entradas y he recibido 144 comentarios. El número de visitas es de 19.345 y el de páginas vistas es de 31.793.
Ya sé que son unos números muy humildes pero, teniendo en cuenta que es un blog particular sin ningún tema en concreto, no podía imaginarme que tantas personas pasarían por aquí, y que a causa de él hiciera tantos nuevos amigos, (algún día contaré la cantidad de cosas curiosas que me han ocurrido a causa del blog).
Desconozco cual es el motivo que mueve a una persona para tener un blog. En mi caso, me acerque a este “mundillo” por curiosidad y por saber como se hacía, (técnicamente hablando), un blog. Sin embargo he acabado escribiendo algo todas las semanas y preocupándome de mantenerlo.
A diario, cuando vuelvo del trabajo, me siento delante del ordenador y leo el correo, la prensa, algunos blogs que suelo seguir y cuando me doy cuenta acabo en páginas a las que no se como he llegado leyendo sobre temas imprevistos.
Este blog se ha convertido en notario de estos temas, que suelo recoger, resumir y buscar su faceta curiosa con objeto de no hacerlo pesado. El blog me sirve no solo como distracción, sino como un método de mantener la curiosidad buscando nuevos temas sobre los que tratar, y de ejercitar un poco “el coco”, ya que voy acercándome a pasos agigantados a la jubilación.
A ver si somos capaces de vernos por aquí el año que viene de nuevo.
A todos ustedes, ¡Gracias por visitarme!
Durante la Primera Guerra Mundial, las vísperas del 25 de Diciembre de 1914, tuvo lugar el hecho mas inesperado y sorprendente ocurrido en una contienda bélica.
Aquella Nochebuena, los soldados alemanes, adornaron las trincheras del frente occidental con motivos navideños, que habían sido enviados para levantar el ánimo de las tropas, y comenzaron a cantar villancicos ante la sorpresa de los soldados ingleses quienes, contagiados del "Espíritu Navideño", respondieron cantando villancicos en inglés. El ambiente comenzó a subir de tono, hasta el punto de que los soldados salieron de sus trincheras intercambiando regalos con las líneas enemigas y permitiendo la retirada de los cadáveres de soldados, que se encontraban en tierra de nadie, para darles sepultura. Incluso se oficiaron rezos, de los que formaron parte ambos bandos.
En algunos lugares del frente, la tregua, solo duró esa noche, pero en otros se prolongó hasta Año Nuevo y hay quien afirma que en algunos sectores llegó hasta el mes de febrero.
Cuando las autoridades de ambos bandos tuvieron conocimiento del hecho, procedieron a censurar la noticia en los periódicos y a intervenir la correspondencia de las tropas. Así mismo tomaron represalias sobre los principales implicados. Los comandantes británicos John French y Sir Horace Smith-Dorrien juraron que una tregua así nunca volvería a permitirse.
Sin embargo, aquella Nochebuena de 1914 "El Espíritu de la Navidad" detuvo, aunque solo fuera temporalmente, una guerra.
Fuentes: Wikipedia, Noticias interesantes, Sueños de Azul, Muy interesante