San Juan de Gaztelugatxe.

Cuenta la leyenda que San Juan Bautista recorrió la distancia existente entre Bermeo y San Juan de Gaztelugatxe dando, tan solo, tres pasos.  En cada uno de ellos dejó su huella grabada sobre la piedra.

Las leyendas son solo eso... “leyendas”, pero el islote de San Juan de Gaztelugatxe es una impresionante realidad con unas vistas maravillosas. Para llegar allí, hay que descender una prolongada pendiente y bajar a la altura de la costa, tras atravesar un puente de dos ojos que convierte al islote en una península, es necesario subir una escalinata de 237 peldaños. Arriba una modesta ermita que data del siglo X preside un entorno, de costas escarpadas, donde se divisa Bakio a poniente y el cabo de Machichaco a levante.

Mirando hacia Machichaco, me acordé de mi maestro, Don Laureano, quien nos enseñó geografía con una paciencia infinita. “Machichaco, Ajo, Peñas y Ortegal”, cuando pronunciaba Machichaco hacía énfasis en las “ch” alargándolas enormemente.

La palabra gaztelugatxe puede provenir de gaztelu = "castillo" y aitz = "roca" o "peña", es decir "la peña del castillo".

A lo largo de la historia, Gaztelugatxe, ha sido atacada y expoliada en varias ocasiones. Entre sus agresores se encuentra el pirata inglés Francis Drake, (1543-1596), que cuando se aburría, hacía sus correrías por la costa norte de España. También la saquearon los  herejes de La Rochele, (1594), quienes despeñaron al ermitaño que la guardaba por su acantilado.

En las aguas circundantes tuvo lugar, durante la guerra civil, (5 de Marzo de 1937), la batalla de Machichaco, donde unos bous vascos, (barcos bacaladeros armados con cañones), le plantaron cara al mismísimo Crucero Canarias.

San Juan de Gaztelugatxe pertenece a Bermeo, aunque los pueblos de los alrededores también celebran allí sus  fiestas.

-El 24 de junio, San Juan Bautista, los bermeanos.
-El 31 de julio, San Ignacio de Loyola, los arratianos.
-El 29 de agosto, San Juan degollado, la celebran los de Bakio.

El 29 de agosto se realiza una ofrenda floral submarina a la Virgen de nuestra Señora de Begoña que fue instalada en la base del acantilado, frente a los arcos, en 1963.

Siguiendo la tradición, al llegar arriba, toqué la campana trece veces pero no pedí ningún deseo, ya que en la actualidad tengo salud, trabajo y el cariño de los míos. Así que no quise soliviantar al Santo.

Fuentes: Wikipedia,  San Juan de Gaztelugatxe,  La batalla de Machichaco.