Sunday, February 12, 2012

Consideraciones sobre el accidente del "Costa Concordia"

Costa Concordia 1


Debido a mi profesión, relacionada con la construcción naval, (instalación de equipos naúticos), he sido testigo de la evolución tan drástica que ha sufrido el sector en los últimos años. 
A los adelantos de uso cotidiano en los años 50, radares, sondas, pilotos automáticos, etc. han venido a sumarse los adelantos propiciados por la informática como son las cartas electrónicas (ECDIS), GPS diferenciales, sistemas de posicionamiento dinámico, AIS que acoplado a las cartas electrónicas hace aparecer sobre ellas los buques que tenemos a nuestro  alrededor indicando su nombre, tipo, rumbo, etc. Pero sobre todo el adelanto en las comunicaciones propicia que se pueda disponer a bordo de internet, televisión y una comunicación constante e ininterrumpida con tierra. 
Esta comunicación tan eficaz, hace que el Armador, (el dueño del barco), se convierta en el "Gran hermano" que está omnipresente en cualquier toma de decisiones que implique un cambio de planes. 
Desde su despacho, el armador, puede ver donde se encuentra su barco, su velocidad, rumbo etc. haciendo que el capitán pierda parte de sus atribuciones. 
Afortunadamente siguen existiendo grandes profesionales que saben hacer respetar sus competencias. 
Recuerdo que durante las pruebas de mar de un buque de reciente construcción, el técnico que instalaba la máquina, subió al puente y le dijo al capitán 
-"Necesito hacer unos ajustes y para ello debo de maniobrar con la máquina" 
-"Muy bien" le contestó el capitán apartando el barco de la costa y dejándolo en el lugar que creyó conveniente para hacer aquellas pruebas. 
Al terminar, el técnico le dijo: "Capitán le devuelvo el mando de la nave" 
El capitán, visiblemente contrariado, le contestó: "No puede usted devolverme el mando porque yo nunca lo he perdido, incluso cuando usted gobernaba la máquina yo seguía siendo el capitán" 
En el reciente accidente del buque "Costa Concordia" nos encontramos con un capitán que pierde el concepto básico de todo marino,  "gobernar su nave con seguridad y destreza y, en caso de incidente o naufragio, procurar el salvamento del pasaje, tripulación, carga y, a ser posible, del barco mismo". Pongo esta cita entre comillas ya que no es mía, sino de  un artículo publicado por Arturo Perez Reverte en el País, (Capitanes valientes, o no). 
El Capitán del Costa Concordia se inhibe de sus funciones, coge el móvil y llama al armador, a la autoridad marítima de Livorno, etc. 
Perez Reverte dice en su articulo lo siguiente: 

"Al llamar a su armador dejó de ser un capitán. Era un pobre hombre que pedía instrucciones... Schettino abandonó su barco porque ya no era suyo. Porque, en realidad, no lo había sido nunca" 

Dicen los ingleses que "Después de Dios está el capitán", pero creo que la técnica ha metido a otras divinidades a bordo, incluido el armador, con los perjuicios que ello conlleva.
Costa Concordia 2

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