La diosa japonesa Amaterasu era considerada antepasada de la Familia Imperial de Japón según la religión Sintoista. Amaterasu es el propio sol ya que literalmente significa "Diosa gloriosa que brilla en el cielo"
Afrentada por su hermano Susano que había destrozado sus campos, palacio y matado algunas de sus sirvientas, se recluyó en una cueva sellando la entrada con una gran piedra. El mundo quedó sumido en tinieblas por lo que el resto de dioses planearon hacerla salir de la cueva. Colocaron un espejo delante de la entrada de la cueva y Ame-no-Uzume diosa de la alegría y la danza se puso a bailar, el resto de los dioses hacía mucho ruido y jaleaba a la bailarina. Movida por la curiosidad, Amaterasu se asomó y quedó muy sorprendida al ver su propia imagen, ya que antes nunca había visto un espejo, momento que el resto de los dioses aprovechó para cerrar la entrada de la cueva y convencerla para que de nuevo surcara el cielo.
Su bisnieto Jinmu se convirtió en el primer emperador de Japón.
En 1945 y tras la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, el Emperador Hiroito fue obligado a renunciar a su estatus divino que le daba la constitución, como descendiente directo de Amaterasu. La soberanía Imperial fue transformada en monarquía constitucional en 1946.
El Emperador Hiroito el día de su coronación en 1926
Fuente: Wikipedia
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