Estamos en un mundo globalizado donde las distancias se miden en el tiempo que un avión hace el recorrido entre dos puntos, y las noticias llegan instantáneamente de una parte a otra del planeta. Así que no es de extrañar que las costumbres se copien y se universalicen fuera de las fronteras del país de origen con una rapidez de vértigo.
Candados en el Ponte Milvio
El Ponte Milvio en Roma se ha visto inundado de candados que los jóvenes ponen y tiran las llaves al agua jurándose amor eterno. ( Lo que hace que me acuerde de Becquer: ¡Ah, barro miserable, eternamente no podrás ni aun sufrir! ).
Esta conducta, nacida a raíz de la película basada en el libro del escritor italiano Federico Moccia, "Tengo ganas de tí", (2006), ha sido copiada en otras muchas ciudades, y desde hace un año aproximadamente empiezan a verse candados en el Puente de Triana de Sevilla.
Candados en el Puente de Triana
Sin duda, los ahora existentes, son la mecha de una explosión de candados que están por llegar. Tiempo al tiempo.
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