Javier

Castillo de Javier

Al llegar a Navarra me llamó la atención la cantidad de personas que se llaman Javier, pero existe una razón de peso para que así sea.

En principio, Javier, es el nombre de un pueblo navarro muy pequeñito, con una población de 77 habitantes, pero que posee un castillo precioso. El pueblo y el castillo hubieran pasado desapercibidos como tantos otros existentes en España, de no ser que en él naciera Francisco de Jaso y Azpilicueta, quien pasaría a la historia con el nombre de San Francisco Javier, haciendo referencia a su localidad natal.

El castillo se creó en torno a una torre de vigilancia, (la torre de San Miguel), que fue reforzándose con baluartes progresivamente hasta el siglo XIV que adquirió su aspecto actual. En el año 1901 se le añadió la Basílica tras derruir el palacio nuevo. Todo el castillo está muy bien conservado (restaurado) y mejor expuesto para su visita. El Santo está omnipresente en todo el edificio que se encuentra decorado con imágenes, cuadros y objetos religiosos. Si visitas Navarra, te aconsejo que pases un día a verlo, está a 52 kilómetros al Este de Pamplona y a 7 Km. de Sangüesa.

Francisco Javier nació en este castillo el 7 de Abril de 1506. A los 19 años se marchó a estudiar a Paris donde conoció a Ignacio de Loyola. En 1541 emprendió un viaje evangelizador que le llevó hasta el Extremo Oriente (India, China, Japón, etc.). Murió con 46 años el día 3 de Diciembre de 1552, y sus restos descansan en Goa (india).

San Francisco Javier... ¡Todo un carácter! Admirado y venerado por el catolicismo, pero especialmente por sus paisanos y por todos los países por donde pasó.

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