Benito de Soto Aboal, (Pontevedra, 22 de marzo de 1805 - Gibraltar, 25 de enero de 1830), murió a la edad de 25 años pero tiene en su haber el ser el pirata español más conocido internacionalmente.
Benito Soto, según dibujo de Joaquín María Lazaga.
La historia de sus fechorías comienza el 26 de Enero de 1828 cuando toma el mando del bergantín "Defensor de Pedro", tras un motín en el que sus compañeros decidieron nombrarle capitán. El barco, de bandera brasileña, se dedicaba a la trata de esclavos y estaba armado con siete cañones, le cambiaron el nombre por el de "La Burla Negra" y partió de Ghana en un periplo, de 5 meses, durante el que abordó numerosas naves y se le acusó de asesinar a 75 personas.
El primer buque con el que se toparon fue el Morning Star, de bandera inglesa, que se dirigía a Londres. En el pasaje había 17 inválidos del ejército colonial, cuatro mujeres y nueve niños. Este buque jugó un papel primordial en el juicio que le llevó a la horca, ya que algunos de sus tripulantes lograron sobrevivir y declarar en su contra. Tras asaltar el barco, matar a cuantos opusieron resistencia, abusar de las mujeres y llevarse cuanto había de valor en él, encerraron a la tripulación y el pasaje en un sollado y barrenaron en casco con objeto de que el barco se hundiera con ellos. Pero la suerte y la perseverancia de la tripulación hizo que lograran escapar y taponar las vías de agua, consiguiendo llegar a su destino dos meses después.
Tras el Morning Star asaltaron y desvalijaron al Topaz, con matrícula de Boston, y esta vez se aseguraron de matar a todos sus tripulantes. Al Topaz le siguieron el Cessnock, New Prospect, Ermelinda y Sunbury.
Después de esta “Travesía Sangrienta” se dirigieron a la ría de Pontevedra, fondeando delante de Bueu, donde procedieron a vender el producto de sus fechorías. Ante las sospechas que se suscitaron entre la población, decidieron partir hacia La Coruña y desde allí pusieron rumbo al Sur de España, donde pensaban que estarían más seguros. Al llegar frente a la costa de Cádiz la confundieron con Tarifa, (donde pensaban desembarcar), y decidieron embarrancar el barco en la playa. El barco acabó con una gran vía de agua y la tripulación, muy sospechosa, sin saber explicar el incidente. En los días siguientes fueron detenidos los tripulantes, menos Benito que logró huir a Gibraltar donde lo detuvieron días después.
La pena de todos fue la muerte por ahorcamiento. Cuentan que tras leerle la sentencia las autoridades del “Peñón”, Benito, profirió una gran carcajada y se despidió del populacho, presente en el ajusticiamiento, con un "adiós a todos".
Pero la historia de Benito Soto y su barco, "Defensor de Pedro" o "La Burla Negra", no acabaron aquí. Setenta y cuatro años después, concretamente el 3 de junio de 1904, unas fuertes mareas trajeron a las playas de Cádiz unas monedas que rodaban por la arena como si de conchas de almejas se trataran. Era el botín de sus fechorías que atrajo a la población a la playa en busca de una pesca tan inesperada como insólita, (¡monedas de plata!), dando lugar a situaciones que la gracia y la elocuencia de los gaditanos reflejaron en unos tanguillos que se han convertido en el himno de la ciudad... "Aquellos duros antiguos"
Fuentes: Wikipedia, Guiarte, XLSemanal.
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