La matrioska o muñecas rusas, son unas muñecas cuya originalidad consiste en que se encuentran huecas por dentro, de tal manera que en su interior albergan una nueva muñeca, y ésta a su vez a otra, hasta un número indeterminado, siendo habitual un mínimo de cinco, hasta a veces un número increible que suele asombrar a los niños y no tan niños.
Lo curioso del caso es que las matrioskas no son una artesanía tradicional de Rusia; la primera data de 1890 y se menciona que fueron inspiradas en muñecas similares traídas desde Japón. Sin embargo, el concepto de guardar objetos dentro de otros iguales ya existía en Rusia, siendo aplicado a manzanas talladas en madera y a huevos de pascua.
Las matrioskas están hechas generalmente con madera de tilo debido a su ligereza y su fina textura. Todas las muñecas incluidas en una matrioska deben ser construidas a partir del mismo bloque de madera, pues la expansión y contracción de la madera así como la humedad son características únicas que varían de bloque a bloque.
Suelen ser iguales entre sí, pero pueden diferenciarse en la expresión de la muñeca o en la decoración de la vestimenta.
Pero lo verdaderamente curioso, es como un objeto en origen japonés ha pasado a considerarse algo innato de la cultura rusa.
Existe un cuento tradicional ruso bastante ingenioso narrando el nacimiento de estas curiosas muñequitas pincha aquí para leerlo.
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