Sunday, February 22, 2009

Anécdota increíble


Esta increíble anécdota, nos la relata el escritor Ciro Bayo Segurola (Madrid 1860-1939) en su libro Lazarillo Español. Tras subir a la Giralda mantiene una conversación con el campanero que se desarrolla en estos términos:

"—Buen salto, ¿eh?
Lo dijo en tal tono, que yo me turbé pensando si aquel hombre quería precipitarme abajo en un arrebato de locura. Acordeme de aquello que cuenta Cervantes, de cómo el emperador Carlos I estuvo en la Rotonda, en un tris de dar la voltereta a manos de un cortesano loco que le acompañaba.
—¡Sí, un salto mortal! —contesté al campanero, con risa de conejo.
—¡Noventa y cinco metros hay hasta abajo! —repuso con mucha flema—. Pues vea, amigo, lo que son las cosas: yo conozco uno que dio ese salto y no se mató.
—¿De veras?
—¡Y tan de veras! Toda Sevilla lo sabe. Fue un chicuelo que, al voltear una de estas campanas, le faltaron los pies y salió al espacio despedido como una pelota. A este momento pasaba una procesión con música a la vera de la torre, y como el chico conservó el aliento, tuvo la suerte de caer sobre el bombo, sin más consecuencias que el batacazo y el susto de los portantes, que creyeron les había caído un bólido encima.
—Y como te lo contaron me lo cuentas —añadí yo a guisa de comentario.
—No, señor; porque aquel chico soy yo, que aún vivo para contarlo; y la verdad es que en tal día hará un año se reza una misa en la catedral en acción de gracias.
Felicité a mi narrador y le deseé muchos años más de vida para que pudiera contar el milagro."

No comments:

Post a Comment