Friday, May 1, 2009

Esperando la del Cielo.

esperando la del cielo

“Llueve más que cuando enterraron a Zafra” Es un dicho que corre por Granada y que está relacionado con la leyenda de la Casa del Castril. Leyenda que tiene innumerables versiones y de las cuales paso a relatar la más difundida.

Cuentan que Don Hernando de Zafra, Señor de Castril, y descendiente directo del que fuera secretario de los Reyes Católicos,  tenía una bella y joven hija, Doña Elvira, que se enamoró de D. Alfonso de Quintanilla perteneciente a una familia enemistada con los de Zafra.

A la pareja le servía de mensajero un joven paje que llevaba y traía las cartas de los enamorados, al cual sorprendió Don Hernando una noche en la habitación de su hija cuando llevaba una de las misivas. Este creyó que el paje era el amante de su hija y mandó ahorcarlo colgándole del balcón de la habitación.

El paje ante tal confusión daba excusas de su comportamiento y pedía justicia y clemencia a gritos, a lo que Don Hernando respondió: “Pide cuanta justicia quieras. Ahí ahorcado puedes estar esperando la del cielo cuanto tiempo te plazca”

No contento con lo sucedido, Don Hernando mando vigilar estrechamente a su hija tapiando el balcón y encerrándola en su habitación, donde cuentan que murió de tristeza.

Dicen que el día de la muerte de D. Hernando de Zafra, dispusieron su féretro en la planta baja de la casa con objeto de que pudiese ser visitado por los conocidos, antes del entierro. Aquel día llovió tanto que el agua del Darro se desbordo entrando en la casa y arrastrando a la deriva el ataúd que nunca fue encontrado.

Mi amigo Juan de la Rosa, granadino por los cuatro costados, me cuenta una versión diferente de esta leyenda, en la que el amante de Elvira era un gitano que Don Hernando mandó emparedar, ante lo cual la madre del desdichado le echó una maldición: “Tu tampoco encontrarás cristiana sepultura, ya que no se la diste a mi hijo”. A causa de la cual, llovió tanto el día de su entierro que el cortejo que lo acompañaba tuvo que abandonar el féretro en el Paseo de los Tristes siendo este arrebatado por la crecida del Darro.

Hoy, la casa del Castril situada en la Carrera del Darro 41, es el Museo Arqueológico de Granada y dicen que por sus habitaciones se pasea el fantasma de Doña Elvira al que suele verse portando una vela. Sea como fuere, el balcón tapiado de su fachada en el que luce la inscripción “Esperando la del Cielo” alimenta la imaginación de los transeúntes.

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Otras versiones:
Rigoletto
Unamamyblogosferica
Casa de Castril
Leyendas locales

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